lunes, 29 de diciembre de 2014

CAPÍTULO 19

Entró de golpe, sin permiso. No le habría dejado entrar.

-¿Dónde estabas?

-¿Cómo que dónde estaba?- Le respondí indignada.

-¡Te estuve buscando toda la tarde!

-Me cuesta creerlo.-Dije bordemente.

-¿Por qué no respondiste al móvil?

-Lo tenía apagado.-Le dije cruzada de brazos.

Él se sentó en el sofá, sin permiso otra vez.

-¿Todo el rato? ¿Qué hiciste? ¿Dónde estabas?

-Me fui.

-¿Por?-Me miró a los ojos. No entendía nada. Justin me había dejado tirada y ¿ahora era él quién me pedía explicaciones?

-Me dejaste ahí. ¡No me esperaste! Te fuiste.-Le incriminé.

-¿Qué? ¿A dónde?

-Cuando salí del baño ya no estabas. Ni tú ni tus amigas.

-¡Pero si fue al revés!-Dijo atónito.-¡Cuando salí YO del baño ya no estabais!

-¿Qué...? ¿Fuiste... fuiste al baño...?-Se me empezaron a poner las mejillas rojas. ¡Ahora encajaba todo! Justin no se había ido con las chicas. Habría entrado al baño, por eso cuando salí, él ya no estaba.

Me sentía tonta. Muy tonta. Había echo tonterías por algo que no había pasado. Me había ido yo y le había dejado allí.

-Joer te estuve llamando al móvil durante una hora y como no me contestabas pensé que te había pasado algo. Le estuve preguntando a la gente. ¡Incluso fui a preguntar a los guardias del parque!

-¿Enserio?

Estaba atónita y avergonzada, muy avergonzada.

-¡Claro! No estabas, no te habías ido con las chicas, busqué por los alrededores y no te encontraba... Estaba preocupado.

-¿Cómo sabías que no estaba con las chicas?

-Porque no te gustaban- Dijo seriamente.

-¿Eing? -Me empecé a poner más nerviosa aún. ¿Cómo lo sabía?

-Los celos...- soltó de repente.

-¿Perdona?- ¿Había escuchado lo que había escuchado?

-Venga Alex, se te notaban desde que viste que venían.

-Mmmm no.... ¿Yo?

-Tú.- me dijo mirándome.

Solté una risa nerviosa.

-¡Yo no soy celosa!

-Pues tenías celos de esas chicas.

-¡Pero si ni me dan un motivo!- dije intentado parecer como si fuera verdad. Pero no, era una mala mentirosa.

-¿Ah, no? - Se levantó. Me miraba a los ojos. ¿Qué podía decirle? En realidad no tendría que haber ningún motivo. No debería haberme puesto celosa.

-No...- dije, aunque el calor que sentía en ese momento me delataba a mi misma que sí. Que había un motivo.

Justin dio un paso hacia mi. Aún mirándome a los ojos, esos ojos... Había algo en ellos. Dio otro paso. Estaba cerca, demasiado cerca. Mi mente no podía pensar en otra cosa. Esos ojos... curiosos, con cariño. ¿Cariño? ¿A... amor?

Y de repente, el suelo. Caí.