viernes, 28 de noviembre de 2014

CAPÍTULO 18

-¿Alex? ¿Me estás escuchando? 

-Alex. Haz el favor de quitarte los cascos y escuchar a tu madre.

Mumford and Sons a todas horas. Era mi lema, mi resuelve-problemas mi salva-llantos. “Timshel” Qué bonita canción. Desde el principio hasta el final. Cuando terminó abrí los ojos y no pude evitar soltar una carcajada al ver a mi madre moviendo los brazos, intentando hacerse oír. Les di el favor. 

-Dime.

-Siempre con la música a tope. ¡Te vas a quedar sorda! 

-Ay mamá qué exagerada eres. –Me miró con la cara que ponía siempre a este tipo de comentarios.

-Escucha, nos quedan 15 minutos. No olvides que tenemos que pasar a hacer unos recados así que dile a tu amiga que tardarás un poco más de tiempo.

-¿No podéis hacer vosotros los recados? Solo había que comprar fruta y yo…

-Alex, somos una familia y como tal ayudamos todos, ¿entendido?- Se metió mi padre en la conversación.

-Que pesados sois, por Dios. Siempre igual…

El coche acercándose por delante, el giro para salvar la vida, los gritos, el choque contra el cristal de adelante, el coche destrozado…


Un beso en la frente.

- Bonjour mon amour- Me susurró alguien al oído. ¿Alguien? No. Él.

-¿Mon amour? –dije todavía con los ojos cerrados. Los abrí y le descubrí mirándome. –Tienes que practicar ese acento. –Sonrió.

-¿Has pasado frío? Estuviste temblando mientras dormías y no pude evitar ponerte mi chaqueta por encima.

-Qué galán.- Dije divertida.

-Romántico, ¿verdad? Lo sé.

-Presumir de tus propios hechos te tacha de vanidoso.

-Vaya, de repente tenemos aquí a una listilla. –Rió.

-Gracias.

-¿Por?

-La chaqueta.

-Ah sí. ¿Dormiste bien?

-Como nunca. Gracias por todo. – Me fui acercando poco a poco a él.

-¿Sabes que hablas en sueños?- Me dijo con su media sonrisa.

-Estás de broma, ¿no?

-Mmm ¿No lo sabías?

-No suelo dormir con nadie así que…

-Ya bueno pero tus padres… supongo que lo sabrían.

-Nunca me han dicho nada. Puede que sea algo nuevo, no es lo único nuevo en mi vida.

-No sabía si despertarte.

-¿Qué dije?

-No lo entendía, sonaba a francés, parecías enfadada.-Me rodeó con su brazo por la espalda y se fue acercando poco a poco a mí. Fue un beso lento, con ternura. De esos que aunque se hagan con delicadeza, te quitan el aliento.

-Gracias por todo…-insistí.

-Oye, sé que no debería hablar ahora de ello pero… deberíamos irnos.

-Eh… ¿Qué hora es? ¿Dónde está mi móvil? Oh dios mío todos deben de estar preocupadísimos, no les dije nada.- Me levanté de un salto y busqué por el suelo. Lucas me miraba ahí tumbado.- ¿hola?

-Perdona, es que eres preciosa.

-Agh ahora no estoy para estas cosas, Lucas. –Dije mientras miraba debajo de donde había estado.

¿Qué hora es?

-Las…-miró su móvil- ¿8? ¿9? No tengo batería.

-Estupendo. ¿Y el mío? ¿Lo has visto?

Se levantó con un suspiro y sacudió la manta.

-Ni idea. Estará en el coche, no te preocupes.

-Eso espero. Anda, vamos.- Dije mientras iba yendo.

El camino, esta vez se me hizo más corto. A la luz del día y a lo largo del viaje hasta el coche me daba cuenta de lo bonito que era en realidad el paisaje de mi alrededor. Parecía un lugar inexplorado, no pisado por el hombre. La vida había despertado hacía poco, la mañana acababa de empezar.

En efecto, mi móvil se debía de haber caído de mi bolsillo el día anterior y ahora estaba en el asiento del acompañante. En cuanto entré y lo cogí maldecí lo que me temía. No tenía batería.

-Toma- Dijo Lucas mientras buscaba algo en la guantera. Cuando lo encontró, conectó el cargador al enchufe-encendedor del coche y me lo dio.

Tardó unos minutos hasta que el móvil dio señales de vida, los suficientes como para que nos pusiéramos de camino a casa.

¡25 llamas perdidas! La mayoría eran de mi familia y el resto de mi “fiel amigo” Justin.

-¿Debería llamarles?

-¿A tus tíos? – Dijo mientras nos incorporábamos a la carretera. –Claro, aunque, ¿qué le vas a decir?

Tenía razón. ¿Qué les iba a decir? ¿Que había estado con mi profesor?

-Mejor no, ya les diré algo cuando les vea.

-Como veas.

En menudo lío me había metido. ¿Y esas perdidas de Justin? No sabía si quería hablar con él. No tenía ganas. Ya lo haría al llegar a casa.

Cuando llegamos, paró el coche justo en frente y me miró.

-¿Preparada, señorita?

-No.

-No te preocupes, dile que te has quedado a dormir con tu amigo en su casa o en casa de una amiga.

-¿De quién?

-No sé, tú tranquilízate.

-Ya… allá voy. Deséame suerte.

-Mucha suerte, señorita. – Digo tras darme un beso en la mejilla.

Entré intentando no hacer ruido con la puerta. No parecía haber nadie a la vista así que fui subiendo poco a poco las escaleras cuando de repente una puerta se abrió.

-¡Por fin llegas! - Para mi sorpresa era Amber.-¿Estás loca? Menos mal que estoy yo aquí para cubrirte. Mis padres te habrían matado.

-¿Eing?

-Mis padres aún no han llegado desde ayer, tuvieron que irse de la ciudad. ¿No te lo dijeron?

-No lo entiendo. Tengo muchas llamadas suyas.-Dije sin entender aún.

-Yo también pero tenía el móvil apagado.

-Me tienes que explicar esto.

-Tú también me tienes que contar muchas cosas.

Le conté solo lo de Lucas. No quería decirle nada de lo que había pasado en el parque de atracciones.
Sabía que Justin y ella no se llevaban muy bien y no quería empeorarlo.

-¡Estás loca! ¡Qué romántico!

-¿Romántico? ¿Enserio? A mí no me lo parece. Fue… bonito. Solo. No nos pongamos ahora a bomitar con b. Ahora dime eso de tus padres.

-Ah nada, les dije que estabas aquí conmigo.

- Y me llamaron porque…

-Ay, no pillas nada, ¿Eh? Como no les cogí el teléfono pues supongo que te llamaron a ti. Pero no te preocupes, se lo tragaron. De nada. Aunque ya podrías haber avisado.

-Pero… ¿Cómo sabías que iba a volver? Me refiero, ¿no estabas preocupada de que no volviera anoche?

-Ah… no. Es que…- Me miró dubitativa- Sabía que estabas con Lucas.

-¿Y eso?

-Me lo dijo Patrice.

-¿Patrice? ¿Tu amiga? ¿Su ex?

-Ajam...

-¿Y eso?- Repetí.

-No se, estuvieron juntos. Me refiero, habían quedado antes.

Cada vez más preguntas pero de repente se me quitaron las ganas de saber nada.

-Bueno... me voy a mi cuarto si no te importa.

-¿Qué pasa?

-Nada, solo estoy cansada.-Mentí.

-Bueno yo me voy con mi novio. Volveré para comer o si eso para cenar.

Entré en mi habitación y me senté en la cama pensativa. ¿Y ahora qué? ¿Por qué no me había dicho que había estado con ella antes? O sea, a ver, no le había preguntado y... realmente puede hacer lo que quiera, ¿O no...? ¿Estamos saliendo?

Sonido de mensaje. Luz verde en el móvil.

¿Y ahora qué?

"¿Cómo fue todo?" Era Lucas. Pasaba de responder aunque necesitaba respuestas. ¿Quería saberlas? No. ¿Necesitaba saberlas? Ni idea. Por lo pronto me cogí el e-book y me dispuse a seguir leyendo aquella novela romántica. Necesitaba evadirme.

Una hora después sonó el timbre de la puerta. Mis tíos se debían haber dejado las llaves, así que, para mi desgracia, tuve que dejar de leer para ir. Llamaron otra vez. Menudos pesados.

-¡Ya voy!-Grité mientras bajaba las escaleras de madera.

Les abrí la puerta. ¿Les? no. No eran mis tíos...