jueves, 19 de septiembre de 2013

Información

Buenos días queridos lectores,

Hoy, hace unos minutos, ¡Tras la Pared ha llegado a 1000 visitas!
Debo deciros que todo esto es gracias a vosotros que habéis leído aunque sea un capítulo. Esto es muy importante para mi, la verdad. 
También me hace ilusión deciros que ¡no solo me leen en España! También me leen en países como ¡Estados Unidos, Rusia, México, Alemania, Francia, Reino Unido, Andorra y Polonia! Un saludo a todos ellos desde España, más concretamente desde la capital. 

He de pediros lo siento por no subir un capítulo desde Mayo. Tengo mis razones: por un momento se me habían quitado las ganas de escribir más y casi lo deshecho. Necesitaba inspiración y no la tenía. Este verano estuve ocupada viajando por varios países así que lo único que pude hacer es pensar en cómo continuar la historia. Al final un día me puse a escribir y me salieron un millón de ideas.

En mi opinión a partir del próximo capítulo que suba las cosas se hacen más interesantes así que ¡estaros atentos!

Si tenéis alguna pregunta me abrí hace un tiempo un Ask para los curiosos sobre mi. 
Aquí os lo dejo:


http://ask.fm/NewOpportunityB


También os dejo mi twitter por donde avisaré de cuando subo el próximo capítulo.

@NewOpportunityB

Como siempre, me gustaría que me enviarais un correo con vuestra opinión concreta o general de lo que llevo publicado. 


MUCHÍSIMAS GRACIAS A TODOS VOSOTROS POR ESTAR AHÍ, ENSERIO.

Espero que os guste lo que escribo y si es así no os olvidéis de compartirlo con vuestros amigos, me ayudaría muchísimo a seguir escribiendo. 

besos,



La escritora





CAPÍTULO 13

Pasaron unos días. Todo iba perfecto, si lo podría estar. Con Lucas estaba perfecta. Nos veíamos a la salida y él nos llevaba a la escuela a Amber y a mí. Realmente no sabía los peligros que podría llevar nuestra relación, ya que no tenía en cuenta que si mucha gente se enteraba de lo nuestro podríamos tener problemas los dos. Dejé de preguntar a Justin por la paliza, ya que dudaba que me lo contara; aunque igualmente seguía con la incertidumbre.

Había tenido pesadillas desde el accidente. Todas eran recuerdos de mis padres: cuando me regalaron la Nancy que tanto deseaba una vez por Navidad, cuando lloraba en mi primer día en el cole porque mis padres se iban y me dejaban… muchos recuerdos alegres pero tristes a la vez por saber que ya no podrían realizarse. Pero desde que me desmayé, mis sueños eran distintos. No eran recuerdos felices. Eran recuerdos de aquel día. Era raro, cuando me desperté ese día en el hospital no recordaba nada del incidente hasta estos días. La verdad, es que dudaba que fueran recuerdos o simplemente sueños contra mí. 

Últimamente lo soñaba a diario, siempre era lo mismo.
  
El coche acercándose por delante, el giro para salvar la vida, los gritos, el choque contra el cristal de adelante, el coche destrozado…

-Está bien. Está bien. Iremos como siempre. Pero estar atentas.

Siempre terminaban ahí. Me despertaba sobresaltada y la almohada empapada de lágrimas. Pero esa noche de domingo el sueño no acabó ahí:

-¿Cuánto queda?- suspiré.

- En un poco más de media hora estamos allí. Igualmente tenemos que pasar por la frutería. Se nos ha acabado toda la fruta.

-¿Qué? ¡No!, mamá he quedado y no pienso llegar tarde.

- Pues vamos a pasar igualmente por allí asique si Sara tiene que esperar, que espere. A ver si ahora no vas a tener tiempo para estar un ratito con tus padres.

- ¿Papá puedes ir más rápido? ¿A cuánto se puede ir por aquí?

- A 90. pero así vamos bien ¿no?

-Pues no. Y si puedes ir un pelín más rápido mejor. Además nunca he visto ningún policía ni radar por este camino…

¿Sueño o Recuerdo? La verdad es que estaba intrigada, después de soñar todo esto me quedaba pensando, triste y analizando cada detalle que había “observado”. ¿Por qué? ¿Enserio fuimos por esa carretera? ¿Por qué? ¿Por… mi culpa? Esa idea cada vez entraba más y más en mi cabeza, pero no. No podía ser verdad. No podía porque yo no era así. ¿O… si…?

Ya no me acordaba bien, ¿qué había sido de mi vida? Se dice que uno nunca recuerda el principio de un sueño. ¿ Y si era eso? ¿Y si estaba viviendo en un sueño o estaba en coma después del accidente? ¿Y si estaba muerta? Nunca había creído en algo superior a todo, una fuerza capaz de crear, matar o estar en todos lados. Y mucho menos en una vida después de la muerte. ¿Pero y si sí? ¿Y si no estaba viviendo? ¿Dónde estaban mamá y papá? Tenía un mar de dudas que no dejaban de chocar y chocar. ¿Acaso esto era vida?

Vale, sí. Tenía a Lucas y había hecho nuevos amigos. Pero mis recuerdos escasos no eran nada comparado con esta nueva vida. Nada era comparable. Y estaba claro que no podría volver a ser tan feliz.

Era un domingo soleado, sin ninguna nube que escondiera el azul del cielo ni el sol que se alzaba mientras amanecía. No me apetecía levantarme, Las rayadas iban y venían. Cuanto más pensaba más preguntas sin contestar tenía.

Me quedé en la cama tumbada hasta que amaneció del todo y desayuné. 

Definitivamente esto no era vida. No lo era…

Sonó mi móvil.

-¿Sí?-respondí.

-¡Hola Alex!- Típica energía de Justin un Domingo por la mañana.

-¡Ey!

-¿Has dormido bien?

-Si..-mentí.

-No se te ve muy convencida. Bueno, tengo una noticia. ¿Preparada?

-Ajam…

-¡Hoy nos vamos al parque de atracciones!

-¿Qué?

-¡Lo que oyes! Tengo dos entradas y creo que está claro de que no me puedes dejar tirado.

- Parque de atracciones… ¿Hoy? –No tenía nada de ganas. Hoy era el día perfecto para tumbarse en el sofá, ver películas lloronas, comer palomitas y no quitarse el pijama. Parecía que alguien no compartía mis gustos.

-¡Ahora!

-¡¿Ahora?! Justin yo…- no pude terminar la frase por culpa de su entusiasmo.

-En media hora estoy en tu casa, estate preparada. ¡Adiós!- colgó.

Me quedé unos segundos con el móvil en la mano analizando lo que acababa de ocurrir. Genial.

Sonó otra vez el teléfono.

-¿Qué pasa?-Respondí.

-Buenos días dormilona.

-¿Lucas?

-Sigues medio dormida ¿eh? – Se rio. – que… si te vienes a dar una vuelta hoy, que te echo de menos.

-Jo, no puedo, me voy al parque de atracciones.

-¿Enserio?_ se rió.

-Enserio.

-Ah ¿No era broma?

-No, me voy en media hora con Justin.

-Vaya… bueno, pues pásatelo bien. – Dijo con un tono seco.

-Ya si eso otro día.- le dije intentando tranquilizarle.

-Ya, no importa. Después te llamo y me cuentas qué tal. ¿Vale?

-Sí. Te quiero.

-Te quiero, pequeña.

Colgué y me quedé pensativa. Habría salido con Lucas pero me daba pereza quedar con Justin. Qué buena amiga era…

Para mi desgracia, sí, tuve que quitarme el pijama pero pasé de arreglarme mucho. Mallas, zapatillas y sudadera fieles siempre en estos casos.


- Hola Justin.- le dije cuando le abrí la puerta.

CAPÍTULO 12

Otro día de instituto. Estaba desayunando cuando Lucas llamó a la puerta.

- ¡Hey! ¿Qué haces aquí?

- ¿Es que no puedo ir a recoger a mi chica favorita?

- Hola Lucas- dijo por detrás mi prima.

-¡Hey que pasa!

- ¿Y eso? ¿Qué tienes en la frente?-Me miró preocupado.

-Un chaval la atropelló ayer con una bicicleta.

-¿Estás bien?

-Sí sí.- Dije, a lo que él se acercó y me besó la herida.

-Ale, curada.

-Bobo.- le dije seguido de un beso.

 -¿Nos vamos?

-Espera, me tengo que preparar.

Mientras yo estaba en el baño, no pude impedir escuchar como mi prima le decía a Lucas susurrando:

-¿Sabes que Patrice está loca por esto?

-¿Enserio? ¿Y qué?

- Lucas, no te hagas el tonto. Sabes perfectamente lo que puede pasar. Y si pasa todos quedareis mal parados.

- No me echarán por esta tontería. Si hace falta tomaré medidas.

Salí del baño haciendo como si no hubiera escuchado nada.

-¿De qué habláis?- Dije.

- De nada.- sonrió Amber.

-Vamos a llegar tarde a clase.-dije evitando pensar en lo que acababa de oir.

- Me he preocupado para que no pase.- dijo Lucas mientras señalaba su coche.

-Eres un viejo: ya tienes coche.

- Sube, pequeña.

Nos llevó. Allí se separó Amber.

-Espera un momento, cariño. Ahora vuelvo.- se fue para hablar con unos chavales. Mientras tanto vi como Justin, medio cojeando entraba ya al pabellón.

-¡Justin! Eh Justin.- le llamé para que parara.

Cuando me acerqué, me di cuenta de la brutalidad de la pelea. Tenia una gran herida en la cabeza y se notaba que al minimo movimiento le dolía todo el cuerpo.

-Puf. ¿Duele?- dije con culpabilidad.

 - Lo aguanto.

- Por favor, cuéntame por qué te pegaron.

-  Ya te lo dije ayer. Cosas.

Volvió Lucas.

-Hola.

- … Hola. – Respondió Justin confuso.- profe.

-Cariño, me tengo que ir. Después hablamos. ¿Vale?-  no me dio tiempo a responder. Miró a los lados, me selló los labios con un beso rápido y se fue.
Justin me miró raro. Una mezcla de pedirme explicaciones por aquello y sorprendido.

-¿Y bien?- me dijo confuso.

- ¿Y bien qué?

- Pues… haber… ¿enserio? Eh… ¿por qué?

- ¿Perdona? Tú no me cuentas tus cosas- reí yendo hacia clase.

-Esto no es un secreto.

-Lo sabéis pocas personas. No lo cuentes.

-¿A quién se lo podría contar? No tengo a nadie- rió.

Me di cuenta de repente. No había visto a Justin en clase ni fuera con nadie. Siempre estaba solo, o bueno, no me había fijado hasta ahora.

- Te dijeron algo tus padres sobre… ¿ayer?- dije cambiando de tema- Esos chavales no deberían meterse con uno solo. Por favor, patéticos. 5 contra 1…

-Ni se fijaron. Lo siento.

- No me tienes que pedir perdón, ya te lo dije.


Sonó el timbre.