Pasaron unos días. Todo iba perfecto, si
lo podría estar. Con Lucas estaba perfecta. Nos veíamos a la salida y él nos
llevaba a la escuela a Amber y a mí. Realmente no sabía los peligros que podría
llevar nuestra relación, ya que no tenía en cuenta que si mucha gente se enteraba
de lo nuestro podríamos tener problemas los dos. Dejé de preguntar a Justin por
la paliza, ya que dudaba que me lo contara; aunque igualmente seguía con la
incertidumbre.
Había tenido pesadillas desde el
accidente. Todas eran recuerdos de mis padres: cuando me regalaron la Nancy que
tanto deseaba una vez por Navidad, cuando lloraba en mi primer día en el cole
porque mis padres se iban y me dejaban… muchos recuerdos alegres pero tristes a
la vez por saber que ya no podrían realizarse. Pero desde que me desmayé, mis
sueños eran distintos. No eran recuerdos felices. Eran recuerdos de aquel día. Era
raro, cuando me desperté ese día en el hospital no recordaba nada del incidente
hasta estos días. La verdad, es que dudaba que fueran recuerdos o simplemente
sueños contra mí.
Últimamente lo soñaba a diario, siempre era lo mismo.
El coche acercándose por delante, el giro para salvar la vida, los gritos, el
choque contra el cristal de adelante, el coche destrozado…
-Está bien. Está bien.
Iremos como siempre. Pero estar atentas.
Siempre terminaban ahí. Me despertaba
sobresaltada y la almohada empapada de lágrimas. Pero esa noche de domingo el
sueño no acabó ahí:
-¿Cuánto
queda?- suspiré.
-
En un poco más de media hora estamos allí. Igualmente tenemos que pasar por la
frutería. Se nos ha acabado toda la fruta.
-¿Qué?
¡No!, mamá he quedado y no pienso llegar tarde.
-
Pues vamos a pasar igualmente por allí asique si Sara tiene que esperar, que
espere. A ver si ahora no vas a tener tiempo para estar un ratito con tus
padres.
-
¿Papá puedes ir más rápido? ¿A cuánto se puede ir por aquí?
-
A 90. pero así vamos bien ¿no?
-Pues no. Y si puedes ir un pelín más rápido mejor. Además nunca he visto
ningún policía ni radar por este camino…
¿Sueño o Recuerdo? La verdad es que
estaba intrigada, después de soñar todo esto me quedaba pensando, triste y
analizando cada detalle que había “observado”. ¿Por qué? ¿Enserio fuimos por
esa carretera? ¿Por qué? ¿Por… mi culpa? Esa idea cada vez entraba más y más en
mi cabeza, pero no. No podía ser verdad. No podía porque yo no era así. ¿O…
si…?
Ya no me acordaba bien, ¿qué había sido
de mi vida? Se dice que uno nunca recuerda el principio de un sueño. ¿ Y si era
eso? ¿Y si estaba viviendo en un sueño o estaba en coma después del accidente?
¿Y si estaba muerta? Nunca había creído en algo superior a todo, una fuerza
capaz de crear, matar o estar en todos lados. Y mucho menos en una vida después
de la muerte. ¿Pero y si sí? ¿Y si no estaba viviendo? ¿Dónde estaban mamá y
papá? Tenía un mar de dudas que no dejaban de chocar y chocar. ¿Acaso esto era
vida?
Vale, sí. Tenía a Lucas y había hecho
nuevos amigos. Pero mis recuerdos escasos no eran nada comparado con esta nueva
vida. Nada era comparable. Y estaba claro que no podría volver a ser tan feliz.
Era un domingo soleado, sin ninguna nube
que escondiera el azul del cielo ni el sol que se alzaba mientras amanecía. No
me apetecía levantarme, Las rayadas iban y venían. Cuanto más pensaba más
preguntas sin contestar tenía.
Me quedé en la cama tumbada hasta que
amaneció del todo y desayuné.
Definitivamente esto no era vida. No lo era…
Sonó mi móvil.
-¿Sí?-respondí.
-¡Hola Alex!- Típica energía de Justin
un Domingo por la mañana.
-¡Ey!
-¿Has dormido bien?
-Si..-mentí.
-No se te ve muy convencida. Bueno,
tengo una noticia. ¿Preparada?
-Ajam…
-¡Hoy nos vamos al parque de
atracciones!
-¿Qué?
-¡Lo que oyes! Tengo dos entradas y creo
que está claro de que no me puedes dejar tirado.
- Parque de atracciones… ¿Hoy? –No tenía
nada de ganas. Hoy era el día perfecto para tumbarse en el sofá, ver películas
lloronas, comer palomitas y no quitarse el pijama. Parecía que alguien no compartía
mis gustos.
-¡Ahora!
-¡¿Ahora?! Justin yo…- no pude terminar
la frase por culpa de su entusiasmo.
-En media hora estoy en tu casa, estate
preparada. ¡Adiós!- colgó.
Me quedé unos segundos con el móvil en
la mano analizando lo que acababa de ocurrir. Genial.
Sonó otra vez el teléfono.
-¿Qué pasa?-Respondí.
-Buenos días dormilona.
-¿Lucas?
-Sigues medio dormida ¿eh? – Se rio. – que…
si te vienes a dar una vuelta hoy, que te echo de menos.
-Jo, no puedo, me voy al parque de
atracciones.
-¿Enserio?_ se rió.
-Enserio.
-Ah ¿No era broma?
-No, me voy en media hora con Justin.
-Vaya… bueno, pues pásatelo bien. – Dijo
con un tono seco.
-Ya si eso otro día.- le dije intentando
tranquilizarle.
-Ya, no importa. Después te llamo y me
cuentas qué tal. ¿Vale?
-Sí. Te quiero.
-Te quiero, pequeña.
Colgué y me quedé pensativa. Habría
salido con Lucas pero me daba pereza quedar con Justin. Qué buena amiga era…
Para mi desgracia, sí, tuve que quitarme
el pijama pero pasé de arreglarme mucho. Mallas, zapatillas y sudadera fieles
siempre en estos casos.
- Hola Justin.- le dije cuando le abrí
la puerta.