sábado, 25 de abril de 2015

CAPÍTULO 20

-Que pesados sois, por Dios. Siempre igual…

-No nos hables así, Alex. Somos tus padres. Un poquito de respeto.

-¡Respetadme vosotros a mi, joder!

-No digas palabrotas.

-No, tío, es que siempre igual.

-Alex, habla bien. No te hemos educado para que hables así.

-¡Pero si estoy hablando normal, joder! Siempre hago todo mal para vosotros. NUNCA hago algo bueno.

-Eso no es cierto.

-¡Pues claro que es cierto! ¡Todos los días, siempre con vuestros malditos gritos! ¿Me quereis dejar en paz de una vez?

-Pero si has empezado tú. - Me recriminó mi madre mirándome desde el asiento delantero.

-¡Calla ya!

-¡¡Alex!! Ni se te ocurra volver a decirle eso otra vez a tú madre. -Gritó mi padre mientras conducía, nervioso.

-¿Sabéis qué? Ojalá me pueda ir pronto de casa para no tener que soportaros todos los malditos días...

El hcoco acercándose por delante, el giro para salvar la vida, los gritos, el choque contra el cristal de adelante, el coche destrozado…



-¡ALEX! ¿Alex estás bien?- Lo oía de fondo. En primera persona oía sus gritos. El llanto desgarrador y mortal de mi madre, los alaridos de mi padre llamándome. Gritando mi nombre hasta que los llantos y los gritos se convirtieron en silencio. -Alex, por dios, despierta.

Oí unos pasos que se alejaban de mi corriendo y cómo alguien marcaba 3 teclas del teléfono.

-No-Dije susurrando.

-Si, hola. Mi amiga se acaba de caer al suelo y no responde y no se qué hacer y...

-¡NO!-Grité a la vez que abrí los ojos. Justin me miraba con el teléfono en la mano, absorto. Colgó y vino hacia mi.

-A... Alex... ¿Estás bien?- Dijo a mi lado mientras yo intentaba levantarme. 
-No te muevas. - de repente me cogió y, con cuidado, me dejó en el sofá. Se sentó a mi lado. -¿Qué fue eso?

-No se... me suele pasar últimamente. Se me va la cabeza y caigo.

-Ya, pero ¿por qué?

-El médico me dijo que eran bajadas de tensión.

-Esto no es normal. -Dijo asustado.

Le miré. Él me secó las lágrimas que caían por mis mejillas.

-Lo siento.- le dije susurrando.

-¿Que lo sientes? ¿por qué?

-Por este drama.

-¡Pero si tú no tienes la culpa! Lo siento yo por no... yo que se. Por todo.

-Eres tonto.- dije susurrando otra vez.

-Lo se.-Dijo, con otro susurro.

Me secó otra vez con la manga de la chaqueta las lágrimas que no dejaban de caer y se inclinó hacia mi, despacio. Me dio un beso, en la frente, con cariño, con delicadeza pero a la vez con ternura. Nos quedamos mirándonos, él con esos ojos preciosos. Yo aún llorando, por todo. Por lo que acababa de ver, por lo que acababa de recordar.

-Entonces... ¿qué tal te encuentras?

-Bien, ahora mejor. Gracias, enserio.

-No se el porqué de esas gracias.

-Por ayudarme y por estar aquí.

-Alex, eres mi amiga. ¿Qué esperabas que hiciera? ¿Que me quedara mirando? ¿Que me fuera?- Rió.

-No se. Pero gracias.- dije secándome las últimas lágrimas.

Seguro que estaba horrible. Seguro que estaba asustado cuando no era para tanto. Ya me estaba acostumbrando a esto de que mi cuerpo desconectara de repente aunque no mi cerebro. En realidad lo peor de todo era lo que este me recordaba. Cuando tenía esos flashbacks de los últimos minutos antes del accidente, que me enseñaban una y otra vez cómo había ocurrido todo. Como si no lo supiera ya bastante. Como si no tuviera pesadillas cada noche sobre ello. Bueno, miento. Sobre ello no. Sobre mi vida pasada en general. Y es que cada día que pasaba los últimos momentos solo los recordaba cuando me desmayaba. Es curioso porque no me acuerdo justo del momento. ¿Mejor no? Para qué sufrir más. Para eso volvía a esos momentos en mis desfallecimientos. Para que recordara que, oh, vaya. Alex eras una idiota con tus padres hasta el último segundo. Enhorabuena.

-Bueno... ¿quieres algo de beber? ¿Has desayunado?- Justin me volvió a la realidad.

-No... no he desayunado.- Dije incorporándome.

-¡Pues muy mal, señorita!- lo que me faltaba... ¿Cuántas veces me habían llamado señorita hoy? Y no la misma persona.

Lucas... No se qué se me pasa por la cabeza. ¡Tengo novio!, creo. Y me gustaba. Mucho. Vale, no le conozco desde siempre pero cada día que pasaba sentía más y más por él.  ¿Segura, Alex? ¿Entonces por qué te pusiste así de tonta antes con Justin? ¿Y esos celos? ¿Son de amigos? ¿Y ese cariño?

Justin se había ido a la cocina a hacerme algo de desayunar. Me había arropado con una manta y me había dejado ahí reflexionando. Olía bien, a pankakes y fue entonces cuando empecé a sentir un hambre voraz. ¿Hacía cuánto que no comía? desde ayer por la tarde... normal que me desmaye.
El teléfono sonó y oí cómo Justin hablaba desde la cocina. Cuando terminó vino con una bandeja que, en efecto, tenía pankakes de arándanos, y la dejó en la mesa que tenía enfrente. Me incorporé hasta sentarme. Él se sentó a mi lado.

-Eran los de emergencias. Querían saber si estabas viva. -Asentí.- Yo tampoco he desayunado así que si no te importa...-dijo mientras cogía un plato y se ponía una tortita.

-Para nada. sírvete. Huele genial.

-Gracias.- sonrió.

Cogí el otro plato y me serví también una. Estaba riquísimo. Una de las cosas que amaba de vivir ahora en EEUU eran los desayunos, esos riquísimos y gigantes desayunos. Se veía que Justin sabía cocinar bien.

-Están genial, gracias.

-De nada, que aproveche, pequeña. -Dijo mientras se metía un trozo gigante en la boca.- espera, se me olvidaba. -Se levantó, aún masticando y se dirigió a la cocina. Oí como utilizaba el microondas y justo después del "DIN" que indicaba que estaba ya listo, un olor llegó a mi. Mmmm... Chocolate...

Justin se volvió a sentar pero esta vez con un cuenco lleno de chocolate caliente y un espendedor de nata montada.

-¿Cómo sabes que me gustan con nata?

-No lo sabía. -Sonrió.- A mi también me gustan con nata y chocolate.

-¿Arándanos con chocolate?-Pregunté divertida.

-¿Nunca lo has probado?- Cogió un trozo de su pankake, lo mojó en chocolate y le puso nata por encima, seguidamente llevó trozo a mi boca. Esto era... muy raro pero decidida me lo metí en la boca y noté el chocolate caliente deshecho junto la nata, fría y el sabor de los arándanos todo a la vez. Rico no, ¡riquísimo!

Sin decir nada cogí el cuenco de chocolate y lo eché por todo mi pankake. Seguidamente lo cubrí de nata.


Le sonreí y él me devolvió la sonrisa. ¿Por qué? ¿Por qué tenía una sonrisa tan bonita? Al igual que Lucas... Lucas... 

lunes, 29 de diciembre de 2014

CAPÍTULO 19

Entró de golpe, sin permiso. No le habría dejado entrar.

-¿Dónde estabas?

-¿Cómo que dónde estaba?- Le respondí indignada.

-¡Te estuve buscando toda la tarde!

-Me cuesta creerlo.-Dije bordemente.

-¿Por qué no respondiste al móvil?

-Lo tenía apagado.-Le dije cruzada de brazos.

Él se sentó en el sofá, sin permiso otra vez.

-¿Todo el rato? ¿Qué hiciste? ¿Dónde estabas?

-Me fui.

-¿Por?-Me miró a los ojos. No entendía nada. Justin me había dejado tirada y ¿ahora era él quién me pedía explicaciones?

-Me dejaste ahí. ¡No me esperaste! Te fuiste.-Le incriminé.

-¿Qué? ¿A dónde?

-Cuando salí del baño ya no estabas. Ni tú ni tus amigas.

-¡Pero si fue al revés!-Dijo atónito.-¡Cuando salí YO del baño ya no estabais!

-¿Qué...? ¿Fuiste... fuiste al baño...?-Se me empezaron a poner las mejillas rojas. ¡Ahora encajaba todo! Justin no se había ido con las chicas. Habría entrado al baño, por eso cuando salí, él ya no estaba.

Me sentía tonta. Muy tonta. Había echo tonterías por algo que no había pasado. Me había ido yo y le había dejado allí.

-Joer te estuve llamando al móvil durante una hora y como no me contestabas pensé que te había pasado algo. Le estuve preguntando a la gente. ¡Incluso fui a preguntar a los guardias del parque!

-¿Enserio?

Estaba atónita y avergonzada, muy avergonzada.

-¡Claro! No estabas, no te habías ido con las chicas, busqué por los alrededores y no te encontraba... Estaba preocupado.

-¿Cómo sabías que no estaba con las chicas?

-Porque no te gustaban- Dijo seriamente.

-¿Eing? -Me empecé a poner más nerviosa aún. ¿Cómo lo sabía?

-Los celos...- soltó de repente.

-¿Perdona?- ¿Había escuchado lo que había escuchado?

-Venga Alex, se te notaban desde que viste que venían.

-Mmmm no.... ¿Yo?

-Tú.- me dijo mirándome.

Solté una risa nerviosa.

-¡Yo no soy celosa!

-Pues tenías celos de esas chicas.

-¡Pero si ni me dan un motivo!- dije intentado parecer como si fuera verdad. Pero no, era una mala mentirosa.

-¿Ah, no? - Se levantó. Me miraba a los ojos. ¿Qué podía decirle? En realidad no tendría que haber ningún motivo. No debería haberme puesto celosa.

-No...- dije, aunque el calor que sentía en ese momento me delataba a mi misma que sí. Que había un motivo.

Justin dio un paso hacia mi. Aún mirándome a los ojos, esos ojos... Había algo en ellos. Dio otro paso. Estaba cerca, demasiado cerca. Mi mente no podía pensar en otra cosa. Esos ojos... curiosos, con cariño. ¿Cariño? ¿A... amor?

Y de repente, el suelo. Caí.

viernes, 28 de noviembre de 2014

CAPÍTULO 18

-¿Alex? ¿Me estás escuchando? 

-Alex. Haz el favor de quitarte los cascos y escuchar a tu madre.

Mumford and Sons a todas horas. Era mi lema, mi resuelve-problemas mi salva-llantos. “Timshel” Qué bonita canción. Desde el principio hasta el final. Cuando terminó abrí los ojos y no pude evitar soltar una carcajada al ver a mi madre moviendo los brazos, intentando hacerse oír. Les di el favor. 

-Dime.

-Siempre con la música a tope. ¡Te vas a quedar sorda! 

-Ay mamá qué exagerada eres. –Me miró con la cara que ponía siempre a este tipo de comentarios.

-Escucha, nos quedan 15 minutos. No olvides que tenemos que pasar a hacer unos recados así que dile a tu amiga que tardarás un poco más de tiempo.

-¿No podéis hacer vosotros los recados? Solo había que comprar fruta y yo…

-Alex, somos una familia y como tal ayudamos todos, ¿entendido?- Se metió mi padre en la conversación.

-Que pesados sois, por Dios. Siempre igual…

El coche acercándose por delante, el giro para salvar la vida, los gritos, el choque contra el cristal de adelante, el coche destrozado…


Un beso en la frente.

- Bonjour mon amour- Me susurró alguien al oído. ¿Alguien? No. Él.

-¿Mon amour? –dije todavía con los ojos cerrados. Los abrí y le descubrí mirándome. –Tienes que practicar ese acento. –Sonrió.

-¿Has pasado frío? Estuviste temblando mientras dormías y no pude evitar ponerte mi chaqueta por encima.

-Qué galán.- Dije divertida.

-Romántico, ¿verdad? Lo sé.

-Presumir de tus propios hechos te tacha de vanidoso.

-Vaya, de repente tenemos aquí a una listilla. –Rió.

-Gracias.

-¿Por?

-La chaqueta.

-Ah sí. ¿Dormiste bien?

-Como nunca. Gracias por todo. – Me fui acercando poco a poco a él.

-¿Sabes que hablas en sueños?- Me dijo con su media sonrisa.

-Estás de broma, ¿no?

-Mmm ¿No lo sabías?

-No suelo dormir con nadie así que…

-Ya bueno pero tus padres… supongo que lo sabrían.

-Nunca me han dicho nada. Puede que sea algo nuevo, no es lo único nuevo en mi vida.

-No sabía si despertarte.

-¿Qué dije?

-No lo entendía, sonaba a francés, parecías enfadada.-Me rodeó con su brazo por la espalda y se fue acercando poco a poco a mí. Fue un beso lento, con ternura. De esos que aunque se hagan con delicadeza, te quitan el aliento.

-Gracias por todo…-insistí.

-Oye, sé que no debería hablar ahora de ello pero… deberíamos irnos.

-Eh… ¿Qué hora es? ¿Dónde está mi móvil? Oh dios mío todos deben de estar preocupadísimos, no les dije nada.- Me levanté de un salto y busqué por el suelo. Lucas me miraba ahí tumbado.- ¿hola?

-Perdona, es que eres preciosa.

-Agh ahora no estoy para estas cosas, Lucas. –Dije mientras miraba debajo de donde había estado.

¿Qué hora es?

-Las…-miró su móvil- ¿8? ¿9? No tengo batería.

-Estupendo. ¿Y el mío? ¿Lo has visto?

Se levantó con un suspiro y sacudió la manta.

-Ni idea. Estará en el coche, no te preocupes.

-Eso espero. Anda, vamos.- Dije mientras iba yendo.

El camino, esta vez se me hizo más corto. A la luz del día y a lo largo del viaje hasta el coche me daba cuenta de lo bonito que era en realidad el paisaje de mi alrededor. Parecía un lugar inexplorado, no pisado por el hombre. La vida había despertado hacía poco, la mañana acababa de empezar.

En efecto, mi móvil se debía de haber caído de mi bolsillo el día anterior y ahora estaba en el asiento del acompañante. En cuanto entré y lo cogí maldecí lo que me temía. No tenía batería.

-Toma- Dijo Lucas mientras buscaba algo en la guantera. Cuando lo encontró, conectó el cargador al enchufe-encendedor del coche y me lo dio.

Tardó unos minutos hasta que el móvil dio señales de vida, los suficientes como para que nos pusiéramos de camino a casa.

¡25 llamas perdidas! La mayoría eran de mi familia y el resto de mi “fiel amigo” Justin.

-¿Debería llamarles?

-¿A tus tíos? – Dijo mientras nos incorporábamos a la carretera. –Claro, aunque, ¿qué le vas a decir?

Tenía razón. ¿Qué les iba a decir? ¿Que había estado con mi profesor?

-Mejor no, ya les diré algo cuando les vea.

-Como veas.

En menudo lío me había metido. ¿Y esas perdidas de Justin? No sabía si quería hablar con él. No tenía ganas. Ya lo haría al llegar a casa.

Cuando llegamos, paró el coche justo en frente y me miró.

-¿Preparada, señorita?

-No.

-No te preocupes, dile que te has quedado a dormir con tu amigo en su casa o en casa de una amiga.

-¿De quién?

-No sé, tú tranquilízate.

-Ya… allá voy. Deséame suerte.

-Mucha suerte, señorita. – Digo tras darme un beso en la mejilla.

Entré intentando no hacer ruido con la puerta. No parecía haber nadie a la vista así que fui subiendo poco a poco las escaleras cuando de repente una puerta se abrió.

-¡Por fin llegas! - Para mi sorpresa era Amber.-¿Estás loca? Menos mal que estoy yo aquí para cubrirte. Mis padres te habrían matado.

-¿Eing?

-Mis padres aún no han llegado desde ayer, tuvieron que irse de la ciudad. ¿No te lo dijeron?

-No lo entiendo. Tengo muchas llamadas suyas.-Dije sin entender aún.

-Yo también pero tenía el móvil apagado.

-Me tienes que explicar esto.

-Tú también me tienes que contar muchas cosas.

Le conté solo lo de Lucas. No quería decirle nada de lo que había pasado en el parque de atracciones.
Sabía que Justin y ella no se llevaban muy bien y no quería empeorarlo.

-¡Estás loca! ¡Qué romántico!

-¿Romántico? ¿Enserio? A mí no me lo parece. Fue… bonito. Solo. No nos pongamos ahora a bomitar con b. Ahora dime eso de tus padres.

-Ah nada, les dije que estabas aquí conmigo.

- Y me llamaron porque…

-Ay, no pillas nada, ¿Eh? Como no les cogí el teléfono pues supongo que te llamaron a ti. Pero no te preocupes, se lo tragaron. De nada. Aunque ya podrías haber avisado.

-Pero… ¿Cómo sabías que iba a volver? Me refiero, ¿no estabas preocupada de que no volviera anoche?

-Ah… no. Es que…- Me miró dubitativa- Sabía que estabas con Lucas.

-¿Y eso?

-Me lo dijo Patrice.

-¿Patrice? ¿Tu amiga? ¿Su ex?

-Ajam...

-¿Y eso?- Repetí.

-No se, estuvieron juntos. Me refiero, habían quedado antes.

Cada vez más preguntas pero de repente se me quitaron las ganas de saber nada.

-Bueno... me voy a mi cuarto si no te importa.

-¿Qué pasa?

-Nada, solo estoy cansada.-Mentí.

-Bueno yo me voy con mi novio. Volveré para comer o si eso para cenar.

Entré en mi habitación y me senté en la cama pensativa. ¿Y ahora qué? ¿Por qué no me había dicho que había estado con ella antes? O sea, a ver, no le había preguntado y... realmente puede hacer lo que quiera, ¿O no...? ¿Estamos saliendo?

Sonido de mensaje. Luz verde en el móvil.

¿Y ahora qué?

"¿Cómo fue todo?" Era Lucas. Pasaba de responder aunque necesitaba respuestas. ¿Quería saberlas? No. ¿Necesitaba saberlas? Ni idea. Por lo pronto me cogí el e-book y me dispuse a seguir leyendo aquella novela romántica. Necesitaba evadirme.

Una hora después sonó el timbre de la puerta. Mis tíos se debían haber dejado las llaves, así que, para mi desgracia, tuve que dejar de leer para ir. Llamaron otra vez. Menudos pesados.

-¡Ya voy!-Grité mientras bajaba las escaleras de madera.

Les abrí la puerta. ¿Les? no. No eran mis tíos...

domingo, 12 de octubre de 2014

2000 Visitas!!

Queridos lectores,

¡ACABAMOS DE LLEGAR A LAS 2.000 VISITAS! ¡HURRA!

Muchísisisimas gracias. Gracias a ti estoy sonriendo ahora mismo, gracias a ti mi sueño está un pasito más cerca. Esto, todo esto es gracias a vosotros. Gracias a ti, si tú. El/La que está leyendo esto ahora mismo. Es todo gracias a ti.

Da igual que hayas leído solo un capítulo, dos, tres o que vayas al día. TODO me ayuda a seguir escribiendo, que es lo que me gusta. También quiero agradecer a las personas que están apoyándome, que me piden más capítulos, que me dicen sus opiniones buenas o malas, no importa. Y sobre todo muchas gracias a esas personas que lo han compartido con sus amigos o familia. Poco a poco somos más.

Sé perfectamente que podría mejorar muchísimo escribiendo y en eso estoy. En eso consiste este Blog y esta historia. Nadie nace sabiendo desafortunadamente. Por eso prometo ir mejorando poco a poco a nivel gramatical, léxico. Narrando mejor, describiendo enriquecidamente.

Esto solo acaba de empezar. Esto solo es el principio. Tengo mil y una ideas en mi cabeza de cómo seguir, de cómo seguir avanzando. Sé que no suelo subir capítulos muy a menudo, voy escribiendo sobre la marcha y siempre tengo más escrito que publicado. Quiero llevar ventaja por si en algún momento quiero rectificar algo. Así no lo tengo publicado. Además siempre escribo cuando tengo inspiración para ello. Mejor que salga más tarde pero que esté mejor escrito que que salga antes y mal, no?

Con todo esto, quería comentar que estas 2.002 visitas (ahora mismo) son desde muchos países de nuestro planeta como:

España, EEUU, Rusia, Italia, Colombia, Perú, Ecuador, Venezuela, Puerto Rico, Letonia, México, Alemania, Tailandia, Vietnam...

Como veis son muy variados y me encanta que gente de tantos sitios y culturas diferentes lean y disfruten esta historia. 

Aquí me despido, no sin antes agradeceros otra vez todo esto que para mi significa tanto. GRACIAS. 

Además querría, si no es mucho pedir, saber lo que pensáis sobre esto, la historia o si tenéis alguna pregunta sobre ello o sobre mi. Para ello os dejo 4 medios para hacerlo:

-Un comentario en este Blog.

-Un mensaje por mi Twitter: @NewOpportunityB. Por mensaje privado (os sigo si me seguís) o con un tweet normal.

-Un mensaje a mi correo electrónico: laescritorablogger@gmail.com



Todo lo responderé en cuanto pueda.


Muchas gracias por esas 2.002 visitas,

La Escritora de New Opportunity




sábado, 11 de octubre de 2014

CAPÍTULO 17

Él suspiró y fue en ese momento cuando volví a la realidad. Giré la cabeza para verle. Estaba mirando el cielo cuando se dio cuenta de que le estaba mirando y me devolvió la mirada.

-Gracias.-Le dije de todo corazón.- Gracias por esto.

-Hoy fue un día duro para ti.

-Gracias-le volví a decir.

Él se acercó a mí y me apoyé en su hombro, los dos mirando las estrellas.

-Alex...

-Dime.

-Mi padre también se fue, hace mucho tiempo.

-... ¿Enserio? lo... lo siento...

-Yo era pequeño y no entendía muy bien las cosas del mundo aún, y creo que todavía no las entiendo, sabes.

-Si...

-Esa pregunta que ronda tu mente de por qué él y por qué en ese momento...

-...

-Estuve años torturándome con miles de preguntas. Estaba muy unido a él y no entendía...-suspiró- no entendía por qué no había aprovechado aquellos momentos con él. Me había obligado a pensar en la muerte cuando solo era solo un niño y desde entonces no he vuelto a ser el mismo.

-Te entiendo...

-Tenía Cáncer y todo sucedió más rápido de lo que todo el mundo se esperaba. Días antes de que muriera me dijo que no me preocupara, que para Navidad estaríamos todos en casa como si nada hubiera ocurrido. Desde el día en que se fue no salí de mi habitación ni una sola vez. Solo esperaba que fuera Navidad para volver a estar todos juntos de nuevo... Tuve un tipo de trastorno, me llevaron psicólogos, psiquiatras, médicos pero nada funcionaba, seguía esperando, seguía con la esperanza de que el día de Navidad él estuviera en la mesa sentado como todos los años anteriores. Pero Navidad llegó y claramente él no estuvo. Me enfadé muchísimo. Con él, con aquella promesa estúpida, conmigo por habérmela creído. Me escapé de casa. Solo corrí y corrí y llegué aquí. Me tumbé y me acordé de las noches en el jardín cuando me enseñaba las constelaciones con su telescopio. –Hizo una pausa. -Ese día de Navidad las cosas cambiaron, él volvió a estar aquí y desde entonces está aquí y donde yo esté. En mis recuerdos, en mi amor por él. Este se convirtió en mi lugar para refugiarme, hablarle y desahogarme. Ese día empecé a mirar al frente y a superarlo. Le sigo echando de menos todos los días de mi vida pero... sigue viviendo en mí.

-Gracias. De verdad. Gracias por contarme esto, por traerme aquí.

-Quería hacerlo. Te quiero, Alex.

-Yo también a ti.

Nos quedamos callados pero para nada estábamos en silencio. Nos envolvía los sonidos de aquel lugar tan peculiar y familiar, nos envolvía aquel amor que se sentía en el aire por aquellas personas tan queridas y añoradas; y aquella unión que cada vez se hacía más fuerte entre Lucas y yo.

Nos quedamos así quietos pensando, recordando el uno al lado del otro. Había perdido la noción del tiempo. No sabía qué hora era ni me importaba. Solo existíamos nosotros, todos nosotros y así, feliz, me dormí.

viernes, 4 de julio de 2014

CAPÍTULO 16

-¿Sí?
-¿Me puedes venir a recoger?
-¿Qué ha pasado?
-Nada...
-¿Estás bien?-Dijo preocupado.
-No, por favor, ven a recogerme. Yo… Lo siento…
-Pero…-Le colgué.
La gente seguía entrando al parque con su entusiasmo, con su felicidad. Seguramente se preguntaban quién sería aquella chica pálida, con los ojos rojos y el pelo alborotado que salía tan amargada. Los aparcamientos estaban llenos y seguía llegando gente. Me había cambiado y había guardado la camiseta de Justin en la mochila. Estaba pensando en qué decirle cuando llegó con su coche.
-Hey, pequeña. Sube.-Le hice caso y entré con una sonrisa forzada. Él aparcó en un lado y se giró hacia mí. -¿Qué ha pasado?- me preguntó serio.
-Nada… me aburría y…-No sabía que decirle. ¿Mi mejor amigo me ha dejado tirada por lo que me he sentido como la mierda y me he hecho vomitar? No.
-Alex. Antes te he llamado y me has colgado de repente. Ni siquiera escuchabas lo que te decía. Una hora después me llamas y me pides que te recoja. Así sin más y me cuelgas otra vez. ¿Dónde está tu amigo?
-Lo siento mucho, Lucas. No ha sido un buen día y…
-¿Qué ha pasado?
-No sé. Todas esas familias me han hecho recordar y, lo siento de veras. Yo intento ser normal, sabes. Intento pasar página y ser feliz.
-Lo sé, cariño.
-Lo siento.
-No lo sientas. ¿Dónde está…?
-Le perdí de vista entre tanta gente.-me miró a los ojos.
-¿Has llorado?
-Nono. Es que antes se me ha metido agua en los ojos y los llevo teniendo así toda la mañana.
-Te voy a ser sincero. Esto no me gusta, Alex. Sé que me estás mintiendo. No mientes bien. No sé qué ha pasado ni por qué no estás con tu amigo y me preocupas.
-Yo…
-Si quieres contármelo te ayudaré.
-Justin se fue con…
-¿Con unas chicas?

-Sí…-dije extrañada.
-Eso me lo imaginaba. Pero ¿no es por eso por lo que estás mal, no?
-Lo de que todo me recuerda a lo que pasó es verdad.
-¿Lloraste por eso?
-Sí. Me sentí sola.
-Ven aquí.- me cogió la cara entre las manos suavemente y me besó.
-Te quiero, Alex. No estás sola.
-Ya…
-Que le den al subnormal ese, ¿sí?
-Sí…
-Anda, vámonos. – me dio otro beso y se incorporó mirando hacia delante. Esperó a que me pusiera el cinturón y nos fuimos.
Ya estaba anocheciendo y, ya calmada, miraba a Lucas conducir concentrado. La música sonaba, country.fm.
-Y esto ha sido "Somebody´s Heartbreak" de Hunter Hayes. -Decía con entusiasmo el presentador de la radio.- Bonita para ir cerrando ya la tarde, ¿Verdad? Genial, ¡ahora pasaremos con uno de los temas que han salido de la nada con un gran estruendo! "Lonely eyes" de Chris Young quien está triunfando con varios de sus canciones en nuestro Country30Hits.
Lucas salió de la autopista por una carretera solitaria y sin iluminación alguna.
-¿A dónde vamos? ¿No íbamos a casa?
Me miró con una sonrisa.
-He cambiado de idea.
-Ah... pero... ¿a dónde...?
-Ahora verás.
-Esta carretera no lleva a ningún lugar... Lucas...
Me volvió a mirar durante un momento para volver a centrarse en la carretera sin decir ninguna palabra.
De repente empezó a aminorar la velocidad y salió de la carretera con solo los focos de corta distancia del coche.
-¡¿Qué haces?!-Me giré confusa hacia él pidiéndole una explicación. Él solo volvió a sonreír y siguió conduciendo a poca velocidad a través del campo que nos rodeaba.
Pasaron 5 min cuando por fin se detuvo.
-Vamos.-Dijo mientras paraba el motor y salía del coche. Yo me quedé mirándole extrañada y con un poco de miedo. Lucas abrió el maletero y cogió una manta y fue a abrirme la puerta.-Vamos, ven. Tranquila.
-Lucas, pero... ¿Qué?
-Confía en mí.- Me tendió la mano.
Y confié en él. Me llevó de la mano caminando durante 5 minutos en silencio. La luz de la luna iluminaba las sombras de los árboles, de los troncos viejos y carcomidos.
-Ya estamos. -anunció. Soltó mi mano y extendió la manta en la hierba mullida.-Túmbate.
-¿Qué?-Le miré pero no dijo nada más así que le hice caso y él se tumbó a mi lado.- ¿Qué hacemos aquí, Lucas?
-Shh...- me miró.- Alex...
-¿Qué?- Le devolví la mirada.
-Cierra los ojos.
-Eh...
-Viniste aquí conmigo, saliste del coche y te dejaste llevar a un sitio alejado del mundo. Confías en mí o estás loca. Cierra los ojos, es de lo último que te pediré, lo prometo.
-...yo... vale.- dije no muy segura. Y los cerré.
-Muy bien, pequeña. Ahora no existe nada, ¿vale? No existo yo, no existe este lugar ni la ciudad. No existen estos últimos meses. Olvida todo eso.
Le hice caso y lo olvidé todo.
-Respira.
Respiré aquel olor a campo, a hierba mojada por el rocío, a hoja de pino, a tomillo, a tierra. Me hice adicta a ese olor que tanto ansiaba y había echado de menos. Respiré el aire de aquel pueblecito francés que había dejado atrás.
Escuché el viento que pasaba encima mío, el mover de las hojas, de las plantas, un río no muy lejos. El bosque, la naturaleza y mi respiración. Escuché esos sonidos que creía que había olvidado pero no. Ahí estaban, heridos en el fondo de mis recuerdos. Escuché cada uno de los sonidos que habían llenado mi anterior vida.
Y lloré, lloré como la niña que había sido una vez. Lloré por volver a oírlo, a olerlo, a sentirlo, a sentirlos a mi lado. Allí estaban. Sonriendo, riendo y yo con ellos. Allí estaban y nunca se habían ido. Seguían estando en mí. En mi corazón. Seguían viviendo en él y seguirían viviendo allí. Aquí.
Lloraba porque había creído que les había perdido y no. Siempre habían estado aquí. Y sonreía como nunca en meses. Seguía aquí aquel amor de ella acariciándome el pelo cuando estaba medio dormida, estaba aquí el amor de él cogiéndome de la mano y subiéndome a sus hombros cuando aún podía conmigo.

Abrí los ojos y un gran espectáculo estaba ante mí. Toda la Vía Láctea en aquel bonito escenario. Mil millones y una estrellas en el firmamento, preciosas, inalcanzables, brillantes. Podían verse los millones de kilómetros que nos separaban y todo me pareció tan pequeño… Todos los problemas ahora, con las dos personas más importantes de mi vida y debajo de aquellas pequeñas gigantes, parecían tan insignificantes...

miércoles, 21 de mayo de 2014

New Name "New Opportunity"

Buenas tardes a todos,

Como ya habréis visto, he cambiado el nombre y la dirección del blogg. Esto no solo ha efectuado aquí sino también en el Twitter y en el correo electrónico. Este nombre es mas global y para mi gusto es mejor. Si se os ocurre algún otro que os guste estoy libre para ideas. Tan solo hacérmelo saber a través de mi nueva dirección de correo: laescritorablogger@gmail.com o con un mensaje privado a mi twitter: @NewOpportunityB. Tan solo seguirme y yo os seguiré para saber vuestra opinión sobre esto o el libro, contestaros preguntas (también podéis preguntarme en mi ask.fm: NewOpportunityB.)


También querría saber si queréis que suba capítulos mas seguidos. 

Uno cada mes o más. 

Gracias por leerme y por estar ahí.


La escritora.